Su nombre era Antonio Fernández Ortiz y nació en Alcalá de Guadaíra en el año 1926.
Antonio, fue un extraordinario aficionado al Flamenco y poeta autodidacta, fue un fiel conservador de la tradición saetera alcalareña, género que dominaba en sus formas Flamenca y la popular, a las que aportó numerosas letras.
Cantalapava, además editó un libro de poesías titulado Mensajero del Pueblo, demostrando su enorme sensibilidad y sencillez.
Antonio nunca fue profesional, pero fue un trabajador incansable en pro del Flamenco, aportando sus conocimientos para enseñanza de los demás. Trabajó incansablemente en su Peña Flamenca Soleá de Alcalá, de la que fue directivo hasta su muerte, participando además en recitales Flamencos en Festivales y Peñas, llevando el nombre de Alcalá y su Peña por todos los lugares donde era requerido.
En el mes de Julio del año 1997, recibió una placa de reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra en el transcurso del XIX Festival Flamenco Joaquín el de la Paula.
También fue reconocido en Abril del año 2000, donde recibió un homenaje organizado por la Peña Soleá de Alcalá durante el acto de la exaltación de la Saeta.
Antonio Cantalapava falleció en el verano del año 2003.
Antonio, fue un extraordinario aficionado al Flamenco y poeta autodidacta, fue un fiel conservador de la tradición saetera alcalareña, género que dominaba en sus formas Flamenca y la popular, a las que aportó numerosas letras.
Cantalapava, además editó un libro de poesías titulado Mensajero del Pueblo, demostrando su enorme sensibilidad y sencillez.
Antonio nunca fue profesional, pero fue un trabajador incansable en pro del Flamenco, aportando sus conocimientos para enseñanza de los demás. Trabajó incansablemente en su Peña Flamenca Soleá de Alcalá, de la que fue directivo hasta su muerte, participando además en recitales Flamencos en Festivales y Peñas, llevando el nombre de Alcalá y su Peña por todos los lugares donde era requerido.
En el mes de Julio del año 1997, recibió una placa de reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra en el transcurso del XIX Festival Flamenco Joaquín el de la Paula.
También fue reconocido en Abril del año 2000, donde recibió un homenaje organizado por la Peña Soleá de Alcalá durante el acto de la exaltación de la Saeta.
Antonio Cantalapava falleció en el verano del año 2003.
Manolito María, quejío,
duende, misterio,
fantasía…
que más se puede pedir
a un brujo del cante
imposible describir,
que ni la ciencia lo sabe
porque este arte es así.
Cómo se explica tu cante
se explica tu poderío,
te lo has llevado en el alma
y contigo se ha dormido.
Imposible de explicar
los fenómenos que salen
que se llevan en el alma
la que ya nadie más hace.
Hoy tu arte se pregona
junto al nombre de los grandes
pero con gran diferencia
que es muy digna d admirarse.
¡Alcalá!
Joaquín o Manolito ¡qué más da!
monstruos de la naturaleza
cantando por Soleá
que salen de tarde en tarde.
El misterio de la sillita
y siéntate enfrente
y el llanto que tú le haces
a las piedras hacen llorar
has vuelto loco al Flamenco
“pa” aprender tu Soleá.
Antonio Cantalapava
duende, misterio,
fantasía…
que más se puede pedir
a un brujo del cante
imposible describir,
que ni la ciencia lo sabe
porque este arte es así.
Cómo se explica tu cante
se explica tu poderío,
te lo has llevado en el alma
y contigo se ha dormido.
Imposible de explicar
los fenómenos que salen
que se llevan en el alma
la que ya nadie más hace.
Hoy tu arte se pregona
junto al nombre de los grandes
pero con gran diferencia
que es muy digna d admirarse.
¡Alcalá!
Joaquín o Manolito ¡qué más da!
monstruos de la naturaleza
cantando por Soleá
que salen de tarde en tarde.
El misterio de la sillita
y siéntate enfrente
y el llanto que tú le haces
a las piedras hacen llorar
has vuelto loco al Flamenco
“pa” aprender tu Soleá.
Antonio Cantalapava
No hay comentarios:
Publicar un comentario