Los ganadores del XVII Concurso de Cante Flamenco “Soleá de Alcalá” en la final celebrada el sábado día 28 de Noviembre son los siguientes:
Grupo 1º - Premio Soleá de Alcalá: 1.500 €, Placa y contrato valorado en 1.000 € para el Festival Joaquín el de la Paula.
José Manzano Molina - Sevilla
Grupo 2º - Premio Excmo. Ayuntamiento:
1.300 €, Placa y contrato valorado en 600 € para el Festival Manolito el de María.
Tomás Pereila García “Niño Canito” - Alcalá de Guadaíra (Sevilla)
Grupo 3º - Premio Peña Flamenca:
900 €, Placa y contrato valorado en 400 € para recital en la Peña Soleá de Alcalá.
Pedro Cortés Cortés - San Roque (Cádiz)
Ganador Premio Joven:
500 € y Placa.
Juan Fco. Hidalgo “Juanito de la Serena” - Villanueva de la Serena (Badajoz)
Primer Accésit:
Manuel Cordero Campos - Las Cabezas de San Juan (Sevilla)
Segundo Accésit:
Antonio Haya Morales “El Jaro” - Villa del Río (Córdoba)
Tercer Accésit:
Cristina Soler Gago - Huelva
domingo, 29 de noviembre de 2009
Ganadores Concurso
Ganador Grupo 1º - José Manzano

Ganador 2º Grupo - Tomás Pereila "Niño Canito"

Ganador 3º Grupo - Perico Cortés

Ganador Premio Joven - Juanito de la Serena

Ganador 2º Grupo - Tomás Pereila "Niño Canito"
Ganador 3º Grupo - Perico Cortés
Ganador Premio Joven - Juanito de la Serena
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Primer Accesit - Manuel Cordero

Segundo Accesit - Antonio Haya "El Jaro"

Tercer Accesit - Cristina Soler
Segundo Accesit - Antonio Haya "El Jaro"
Tercer Accesit - Cristina Soler
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martes, 24 de noviembre de 2009
Finalistas Concurso 2009
Concursantes clasificados para la final del XVII Concurso de Cante Flamenco Soleá de Alcalá a celebrar el sábado día 28 de Noviembre a las 22:30 horas en la Peña Flamenca “Soleá de Alcalá”.
Grupo 1º - Premio Soleá de Alcalá:
1.500 €, Placa y contrato valorado en 1000 € para el Festival Joaquín el de la Paula.
José Manzano Molina - Sevilla
Manuel Cordero Campos - Las Cabezas de San Juan (Sevilla)
Grupo 2º - Premio Excmo. Ayuntamiento:
1.300 €, Placa y contrato valorado en 600 € para el Festival Manolito el de María
Tomás Pereila “Niño Canito” - Alcalá de Guadaíra (Sevilla)
Antonio Haya “El Jaro” - Villa del Río (Córdoba)
Grupo 3º - Premio Peña Flamenca:
900 €, Placa y contrato valorado en 400 € para recital en la Peña “Soleá de Alcalá”
Pedro Cortés Cortés - San Roque (Cádiz)
Cristina Soler Gago - Huelva
Ganador Premio Joven:
500 € y Placa.
Juan Fco. Hidalgo “Juanito de la Serena” - Villanueva de la Serena
Grupo 1º - Premio Soleá de Alcalá:
1.500 €, Placa y contrato valorado en 1000 € para el Festival Joaquín el de la Paula.
José Manzano Molina - Sevilla
Manuel Cordero Campos - Las Cabezas de San Juan (Sevilla)
Grupo 2º - Premio Excmo. Ayuntamiento:
1.300 €, Placa y contrato valorado en 600 € para el Festival Manolito el de María
Tomás Pereila “Niño Canito” - Alcalá de Guadaíra (Sevilla)
Antonio Haya “El Jaro” - Villa del Río (Córdoba)
Grupo 3º - Premio Peña Flamenca:
900 €, Placa y contrato valorado en 400 € para recital en la Peña “Soleá de Alcalá”
Pedro Cortés Cortés - San Roque (Cádiz)
Cristina Soler Gago - Huelva
Ganador Premio Joven:
500 € y Placa.
Juan Fco. Hidalgo “Juanito de la Serena” - Villanueva de la Serena
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Manuel Algodón

Fue un gran aficionado al Cante Flamenco y en el volumen I de la Antología de las Soleares, editada en el año 1977 por la firma Gramusic, tiene grabado un cante por Soleá de Alcalá bastante bueno acompañado con la guitarra de Fernando el de Alcalá, lo que se recomienda que lo escuche cualquier buen aficionado para su ilustración y conocimiento de este estilo de Soleá, cantada sin desesperación y peleándose con ella.
Manuel Algodón también fue muy conocido por sus cantes por Saetas, siendo muy popular verle la madrugada del Viernes Santo cantándole a Jesús Nazareno y a la virgen del Socorro de Alcalá de Guadaíra.
Manuel Algodón participó en la primera edición del Festival Flamenco Joaquín el de la Paula como integrante del Grupo Flamenco Los de Joaquín.
Manuel Algodón falleció el día 2 de Mayo de 1978 en el Hospital de San Lázaro de Sevilla, el mismo Hospital que murió Manolito el de María, estando soltero y contando con 54 años de edad.
domingo, 15 de noviembre de 2009
El Curilla

Luis El Curilla fue uno de los últimos Pidones de Alcalá, figura que desapareció por los años cincuenta y que eran utilizadas por las hermandades de penitencia para recaudar fondos para las mismas. Para ello , los Pidones iban ataviados con una vestimenta especial y con la cara descubierta, reclamando unas monedas después de cantar sus pregones.
Al igual que El Curilla, los Pidones más conocidos en Alcalá fueron Jeromo, El Pidón o El Carnón, que todos los años de desplazaba desde Holanda para hacer la penitencia de Pidón.
Su cante con ser muy bueno, no traspasó las fronteras locales y, aún así, hay cantaores actuales que han intentado grabar su estilo, tales como algunos tercios que hacía Fernanda de Utrera, El Chozas de Sevilla o El Cabrero.
El Curilla cantaba un tipo de Fandango muy difícil además de ser el creador del mismo, o sea, que poseía un cante con estilo propio y personal; era un Fandango muy raro, como muy raro era él personalmente.
Compitió con otros artistas de la época en el Concurso celebrado en Alcalá de Guadaíra en el año 1924, donde salió vencedor quién con el transcurso del tiempo sería poseedor de la tercera Llave de Oro del Cante Flamenco y uno de los mejores cantaores de la historia, Antonio Mairena.
El Curilla falleció el día 8 de Julio de 1950.
Tras su muerte el poeta Manuel Alvarez López le dedicó este romance:
¡Cómo murió Luis Medina!
El Curilla le llamaban,
cantaor de propio estilo
y andaluz de recia estampa.
Poeta de nacimiento,
filósofo autodidacta,
ni le atraían los aplausos
ni con la gloria soñaba,
él vivía a su manera
sin que nada le importara.
Desarrapado en su forma,
con andaluza nostalgia
pasaba noches enteras
bebiendo de tasca en tasca.
Cuando le ofrecían dinero
porque una copla cantara,
con orgulloso desdén
El Curilla contestaba:
“Mi cante no tiene precio,
ni yo necesito nada”
Por eso no tuvo nombre,
ni en la triste madrugada
que se marchó para siempre
le doblaron las campanas,
ni lloraron los poetas,
ni voces acongojadas
clamaron por las esquinas.
¡Ay del que no le escuchara!
Porque no nacerá otro
Que haga estremecer el alma.
Su cante era un cante bravo,
cante que hería las entrañas,
cante ancestral y profundo
de raíces milenarias.
Eran cien generaciones
llorando en una garganta,
que se apagó para siempre
dejando una estela amarga.
Tío Frasco
Francisco Fernández Torres nació en Alcalá de Guadaíra y este singular gitano era hermano del padre de Joaquín el de la Paula, José el Gordo y por tanto, tío paterno de Joaquín el de la Paula.
Tío Frasco haciendo honor a su apellido y sacando a relucir sus vivencias dentro del clan familiar a que pertenecía, cantaba extraordinariamente, sobre todo en las juergas, donde alternaba sus cantes con Paco el de la Malena y la Roezna.
Aunque no fue un cantaor profesional, dejó constancia de su arte, sobre todo rivalizando los cantes con su sobrina La Roezna y las de Paco el de la Malena, cuñado de su sobrino Joaquín el de la Paula.
Tío Frasco haciendo honor a su apellido y sacando a relucir sus vivencias dentro del clan familiar a que pertenecía, cantaba extraordinariamente, sobre todo en las juergas, donde alternaba sus cantes con Paco el de la Malena y la Roezna.
Aunque no fue un cantaor profesional, dejó constancia de su arte, sobre todo rivalizando los cantes con su sobrina La Roezna y las de Paco el de la Malena, cuñado de su sobrino Joaquín el de la Paula.
Salpicón

Antonio Saavedra Salpicón destacó como saetero, y así se reconoció en homenaje el año 1993 y en la actualidad, en la que se le dedica el Certamen de Saetas Antonio Salpicón de Alcalá de Guadaíra.
La Semana Santa alcalareña no se podía imaginar sin este saetero, ya que era popular el verle acompañando a las sagradas figuras durante su recorrido de penitencia, en particular la madrugada del Viernes Santo, donde se escuchaba desde toda la ciudad los ecos de sus cantes.
Antonio Salpicón, era muy conocido en la ciudad por el trabajo que realizaba, ya que era camarero en el céntrico bar de Baltanás.
Salpicón, además fue un cantaor de fácil garganta, siendo muy llamativos sus cantes, en particular cuando lo hacia con los cantes de Canalejas de Puerto Real. Interpretaba todos los palos del Flamenco con la solvencia de su capacidad.
El día 24 de marzo de 1995, ganó el tercer premio del IX Concurso de Cante Soleá de Alcalá; participó en el XIX Festival Flamenco Joaquín el de la Paula, Festival que fue homenaje póstumo a Miguel Vargas, ya que este cantaor figuraba en el cartel de dicho Festival.
Aún me dura la emoción
recordando las saetas
que cantaba Salpicón
Rubito de Alcalá

Rubito trabajó como panadero durante más de cuarenta años y alternó este trabajo con sus noches de cantes en su calidad de gran aficionado en general y marchenista en particular. Aún recuerda cuando en el año 1949 cantó en la Venta Platilla donde compartió barra con su admirado Paquito León y El Gordito de Triana en una noche inolvidable.
Rubito es un cantaor que siempre lo hizo sin interés alguno, solamente por la afición que tiene; se ganó la amistad de Platero de Alcalá, al que acompañó a Córdoba para la disputa de la Llave de Oro del Cante Flamenco, además de Manolito el de María y de Enriquillo, su referente para aquellas soleares que él reivindica en sus actuaciones, justificando así su presencia en el XXI Festival Flamenco Joaquín el de la Paula celebrado el 24 de Julio de 1999, haciendo cantes por Malagueñas, Soleá y Seguiriya.
Manuel ha participado en multitud de recitales benéficos así como acompañando a la Peña Soleá de Alcalá en los intercambios Flamencos hechos con otras Peñas de diferentes localidades. Además ha sido durante seis años presidente del jurado del Concurso de Cante Flamenco Soleá de Alcalá.
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Rubito de Alcalá
Rafael de Alcalá

Rafael ha cantado desde siempre e incluso hizo sus primeras incursiones en el mundo Flamenco a través de los distintos concursos para aficionados, hasta que llegado el año 1980 es contratado por el Grupo de Teatro La Cuadra de Sevilla cuyo director era Salvador Távora y en dicha compañía permanece por espacio de tres años, realizando las interpretaciones de Andalucía Amarga y Nana de Espinas, haciendo su debut en la capital de España.
Posteriormente, Rafael que tenía como referente a Antonio Mairena, pero que no se olvidaba de Camarón de la Isla, se enrola en la compañía del gran bailaor Mario Maya, con quién compartió los más distantes escenarios del mundo y junto a artistas de la talla de Manuel de Paula, Juana Amaya, Gerardo Núñez, Enrique el Extremeño, Carmen Cortés o Esperanza Fernández entre otros, interpreta ¡Ay Jondo¡, con la que Maya ya venía triunfando desde 1977 y El Amargo, este último con textos del inolvidable poeta García Lorca, obra estrenada en Japón el año 1984, figurando Rafael en el papel de Padrino, participando en la grabación discográfica de ambos espectáculos.
En 1985 estuvo trabajando en el Tablao La Trocha de Sevilla y en 1987 actuó como palmero del Bailaor Javier Barón en un programa de Televisión Española
Ha recorrido innumerables países cosechando éxitos por doquier, tales como Hong Kong, Australia, Italia, Grecia, Méjico, Brasil y Estados Unidos por citar algunos.
Normalmente siempre ha cantado para bailar, aunque él aspira a dado sus conocimientos, a cantar solo; realmente es un buen cantaor, sobre todo en los estilos de compás habiendo realizado recitales en Peñas Flamencas, siendo un cantaor de largo recorrido en estilos de cantes.
Independientemente de ser un buen cantaor, es todavía un mejor aficionado, siendo un enamorado de los cantes de Camarón y de Antonio Mairena.
Actualmente, está un poco alejado de los escenarios, aunque esperemos que se recupere para el Flamenco.
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Rafael de Alcalá
Paco el de la Malena
Paco el de la Malena era el sobrenombre por el que se le conocía a este gran cantaor, siendo su nombre de pila Francisco Vargas Carrillo y el apodo artístico lo hereda de su madre llamada Malena. Era hermano de Caridad, esposa ésta de Joaquín el de la Paula, por consiguiente ambos eran cuñados.
Paco el de la Malena de profesión habitual camarero. se casó con Pura y no tuvieron descendencia, con lo cual esta ramificación gitana y cantaora se llega a extinguir.
Al no tener descendencia, se tienen pocos datos sobre su vida, pero no se puede pasar por alto esta figura cantaora alcalareña.
Se conoce que su fisonomía era de una persona alta y generalmente usaba bigote, siendo su tez blanca.
Paco el de la Malena de profesión habitual camarero. se casó con Pura y no tuvieron descendencia, con lo cual esta ramificación gitana y cantaora se llega a extinguir.
Al no tener descendencia, se tienen pocos datos sobre su vida, pero no se puede pasar por alto esta figura cantaora alcalareña.
Se conoce que su fisonomía era de una persona alta y generalmente usaba bigote, siendo su tez blanca.
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Paco el de la Malena
Niño del Mauro

Es un cantaor con unos conocimientos prodigiosos sobre los cantes y sus grandes maestros, de los cuales aprendió son Juan Talega, Antonio Mairena y Manolito el de María, con los que se quedaba absorto cada vez que los escuchaba.
El se encuentra a gusto en cuantos cantes realiza, pero muy especialmente se siente identificado cuando hace los estilos matrices, sobre todo cuando canta por Seguiriya al estilo de Manuel Torre.
Francisco Javier se convirtió en la gran esperanza del Flamenco en Alcalá de Guadaíra; tan así fue que contó con el apoyo de aficionados alcalareños, participando en veladas flamencas, programas radiofónicos y Concursos Flamencos, alcanzando en 1984 una mención de honor en el I Concurso Soleá de Alcalá.
Con estas buenas expectativas, llevó a que un grupo de cabales iniciaran el proceso para la fundación de la Peña Flamenca Niño del Mauro, hoy con el nombre de Soleá de Alcalá.
A partir del año 1985, El Niño del Mauro comenzó una trayectoria llena de esperanzas para una carrera a considerar, ya que ganó el I Concurso Juvenil de Cante, organizado por la Federación Provincial de Entidades Flamencas de Sevilla.
Actuó junto a la guitarra de Juan Manuel Flores en el homenaje que el ayuntamiento le rindió a Platero de Alcalá en el Cine Cervantes, y después el 18 de julio de 1986 participó, también con la guitarra de Juan Manuel Flores en el IX Festival Flamenco Joaquín el de la Paula, al que accedió como ganador del III Concurso de Cante Soleá de Alcalá.
El 19 de diciembre de 1987, pese a los problemas que ya tenía con la garganta, consiguió en El Arahal el premio de los cantes libres del III Concurso de Cante; en enero de 1988 sufrió una seria intervención quirúrgica y meses después, el 22 de julio de ese mismo año, figuró en el elenco artístico del X Festival Flamenco Joaquín el de la Paula como cantaor local.
En septiembre del 1989 se alzó con el primer premio del Concurso de Cante Jondo Antonio Mairena de Mairena del Alcor, lo que le hizo intervenir en el XXVIII Festival de Cante Jondo Antonio Mairena, en el que también participó con mucho éxito su paisano Javier Barón.
En ese mismo año de 1989, figuró de nuevo en el Festival Joaquín el de la Paula y por su valía tiene continuidad en el Festival hasta la XV edición realizada en el año 1993.
Después d contraer matrimonio en marzo de 1992, quedó tercero en el VII Concurso de Cante Flamenco Ciudad de Morón en enero de 1993, y formó parte de “Cal y Bronce”, el circuito organizado por la Federación de Entidades Flamencas de Sevilla en abril de 1993.
Aquel año de 1993, inicia el despegue de su actividad artística, sobre todo a raíz de que en septiembre disputara sin fortuna la Antorcha de Bronce en Mairena del Alcor, por lo que se produce un vacío en su trayectoria artística hasta el año 1998, en que actuó en el XX Festival Flamenco Joaquín el de la Paula.
Javier también compatibilizó sus apariciones en Festivales y Concursos con recitales en Peñas Flamencas de toda Andalucía.
Miguel Maya

Miguel pertenece a una familia de tradición Flamenca, ya que es hijo de Alfonso Maya y de Fernanda Jiménez Heredia, prima de Fernanda de Utrera y sobrina de la madre de Antonio Mairena, además de ser primo del bailaor Antonio de Córdoba.
A los siete años de edad, Miguel marcha a vivir a Sevilla, para pronto buscarse la vida en la Alameda de Hércules junto a Gaspar de Utrera, Bambino, Diego Chamona, El Posaero y un hijo del Niño Gloria.
De regreso a Alcalá canta en bautizos y fiestas familiares, hasta que a finales de los cincuenta, reparó en él y en el bailaor Juan José de Alcalá un promotor francés que los contrataría por un mes para hacer una gira por su país, lo que aprovechó para trabajar en la sala de fiestas La Guitarra, en el parisino Campos Elíseos.
Los años sesenta está marcado para Miguel por su destacado papel de cantaor de atrás, en 1960 en la Parrilla del Hotel Cristina de Sevilla con Carmen Visuerte y Mari Pepa, a partir de 1966 en los cuadros del Tablao Los Gallos de la capital Hispalense; participó asiduamente en los Festivales de verano acompañando a Matilde Coral, Rafael El Negro, El Güito y Farruco, a quién le cantó en El Patio Andaluz de Sevilla.
Fue además, uno de los artistas que participaron el día 11 de Junio de 1969 en el I Festival de Arte Flamenco de Sevilla en el que sería el último espectáculo que se realizó en el sevillano Teatro San Fernando, que contó además con la participación de Antonio Mairena, Fosforito La Paquera de Jerez, Fernanda y Bernarda de Utrera, Cerrejón, El Chocolate, Paco Toronjo, Naranjito de Triana, José Menese, Manuel Mairena, Luis Caballeo, El Farruco, Merche Esmeralda, Carmen Montiel, Melchor de Marchena, El Poeta, Pedrito Sevilla y Pedro Peña.
Por su dilatada formación y calidad en sus cantes, Miguel Maya ha sido un profesional reclamado por las grandes figuras, ya que aparte de los citados, también cantó para Enrique El Cojo, María Rosa, Pilar López, Trini España, Manuela Carrasco y Ana María Bueno entre otros, sin olvidar las grabaciones realizadas para Curro Vélez, Carmen Casarrubios y Amparo Bengala, y la que hizo con Antonio Mairena, a quién acompañó en Mayo de 1975 con motivo se su actuación en Televisión Española junto al toque de Melchor de Marchena y las palmas de Chiquetete.
Sin dejar los escenarios, Miguel se traslada a Algeciras donde en los años ochenta abre una academia con su esposa, trabajo que compatibiliza con su participación en Festivales.
María Oliveros
María Luisa Oliveros Parejo, es el nombre completo de María Oliveros, bailaora de la alta escuela sevillana, elegante y de gran planta como bailaora, nació en la calle San Sebastián de Alcalá de Guadaíra el día 9 de enero de 1948, fruto del matrimonio entre Manuel Oliveros Jiménez, gran aficionado al cante y uno de los capataces de la Semana Santa alcalareña, y su esposa María del Loreto Parejo Fernández.
María Oliveros nunca fue tenida por alcalareña, ni tan siquiera por los estudiosos locales, que ignoraban el lugar de nacimiento, ya que desde pequeña, estuvo interna en un colegio de monjas de la calle San Luis de Sevilla, donde hoy se encuentra el Centro Andaluz de Danza, y en el que se le despertó el interés por el baile a través de Manolita, su profesora, de donde pasó a recibir clases de danza clásica y española por parte de Conchita Pericet, de donde surgió la idea de formar pareja artística con Pepe Rojas.
María, una vez acabado el bachillerato en el Instituto Murillo de Sevilla, dominaba como pocos los tangos de Málaga y marchó a Madrid para trabajar, bajo el apodo de la Profana, en tablaos como Las Brujas, Torres Bermejas, El Duende o El Corral de la Pacheca, locales que contribuyeron a su formación, así como en las salas sevillanas El Embrujo, en el que coincidió con Isabel Pantoja, Los Gallos y El Patio Andaluz.
Las mejores lecciones de danza las recibió de Matilde Coral, a la que le une una gran amistad y con la que participó el 19 de agosto de 1976 en el IV Festival Flamenco Joaquín el de la Paula, además de figurar ese mismo año en el espectáculo Arte Flamenco de Matilde Coral, que se presentó dos días después en el XXI Festival Internacional de Sevilla, recorriendo diversas ciudades andaluzas con un elenco en el que figuraban Loli Flores, Carmen Montiel, Amparo Vargas, Carmen Juan, Teresa Luna, Rafael el Negro, El Mimbre, Francisco Luque, Yino, Chiquetete, Manolo Limón, Romerito de Jerez, José Cala El Poeta, Rafael Mendiola, Manolo Franco y Manuel Mairena.
María es pintada por Juan Valdés, distribuye su propuesta entre las alegrías y el garrotín, ilustra coloquios con el poeta Emilio Jiménez Díaz y en el año 1980 es preparada por Matilde Coral para competir en el IX Concurso Nacional de Córdoba, logrando el 17 de mayo de ese año el Premio Nacional Juana la Macarrona, que se concedía a los bailes por Alegrías, Seguiriyas, Soleares y Cañas. Este galardón no sólo refrendó su calidad artística, sino también su capacidad para la didáctica, ejercicio que empezó desarrollando a finales de 1980 en la academia de Maika, en Córdoba.
María Oliveros estuvo cuatro años de docente en Moguer y otros cuatro en Montalbán y Montilla, sin olvidar que por el año 1981 ya había comenzado su andadura en la Peña Flamenca de Écija, localidad donde, después de regentar su propia Escuela de Danza María Oliveros, fue contratada por el ayuntamiento hasta septiembre de 1995 como responsable de Danza española y Flamenco en el Conservatorio de la Ciudad, realizando una gran labor pedagógica sin precedentes, ya que de su academia salieron Fernando Romero, hoy en el Ballet Nacional de España, el Grupo Son de Sol, e inició en el acompañamiento al baile a artistas reconocidos como el guitarrista Salvador Gutiérrez o el cantaor Pepe León El Ecijano.
María Oliveros también había conseguido en el año 1985 graduarse con la obtención del título de Profesora de Danza Española en la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Córdoba, hoy Conservatorio Superior de Córdoba, con lo que a partir de entonces alternó sus actuaciones en Peñas Flamencas y Festivales de Verano con la enseñanza y las conferencias sobre el baile.
María Oliveros nunca fue tenida por alcalareña, ni tan siquiera por los estudiosos locales, que ignoraban el lugar de nacimiento, ya que desde pequeña, estuvo interna en un colegio de monjas de la calle San Luis de Sevilla, donde hoy se encuentra el Centro Andaluz de Danza, y en el que se le despertó el interés por el baile a través de Manolita, su profesora, de donde pasó a recibir clases de danza clásica y española por parte de Conchita Pericet, de donde surgió la idea de formar pareja artística con Pepe Rojas.
María, una vez acabado el bachillerato en el Instituto Murillo de Sevilla, dominaba como pocos los tangos de Málaga y marchó a Madrid para trabajar, bajo el apodo de la Profana, en tablaos como Las Brujas, Torres Bermejas, El Duende o El Corral de la Pacheca, locales que contribuyeron a su formación, así como en las salas sevillanas El Embrujo, en el que coincidió con Isabel Pantoja, Los Gallos y El Patio Andaluz.
Las mejores lecciones de danza las recibió de Matilde Coral, a la que le une una gran amistad y con la que participó el 19 de agosto de 1976 en el IV Festival Flamenco Joaquín el de la Paula, además de figurar ese mismo año en el espectáculo Arte Flamenco de Matilde Coral, que se presentó dos días después en el XXI Festival Internacional de Sevilla, recorriendo diversas ciudades andaluzas con un elenco en el que figuraban Loli Flores, Carmen Montiel, Amparo Vargas, Carmen Juan, Teresa Luna, Rafael el Negro, El Mimbre, Francisco Luque, Yino, Chiquetete, Manolo Limón, Romerito de Jerez, José Cala El Poeta, Rafael Mendiola, Manolo Franco y Manuel Mairena.
María es pintada por Juan Valdés, distribuye su propuesta entre las alegrías y el garrotín, ilustra coloquios con el poeta Emilio Jiménez Díaz y en el año 1980 es preparada por Matilde Coral para competir en el IX Concurso Nacional de Córdoba, logrando el 17 de mayo de ese año el Premio Nacional Juana la Macarrona, que se concedía a los bailes por Alegrías, Seguiriyas, Soleares y Cañas. Este galardón no sólo refrendó su calidad artística, sino también su capacidad para la didáctica, ejercicio que empezó desarrollando a finales de 1980 en la academia de Maika, en Córdoba.
María Oliveros estuvo cuatro años de docente en Moguer y otros cuatro en Montalbán y Montilla, sin olvidar que por el año 1981 ya había comenzado su andadura en la Peña Flamenca de Écija, localidad donde, después de regentar su propia Escuela de Danza María Oliveros, fue contratada por el ayuntamiento hasta septiembre de 1995 como responsable de Danza española y Flamenco en el Conservatorio de la Ciudad, realizando una gran labor pedagógica sin precedentes, ya que de su academia salieron Fernando Romero, hoy en el Ballet Nacional de España, el Grupo Son de Sol, e inició en el acompañamiento al baile a artistas reconocidos como el guitarrista Salvador Gutiérrez o el cantaor Pepe León El Ecijano.
María Oliveros también había conseguido en el año 1985 graduarse con la obtención del título de Profesora de Danza Española en la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Córdoba, hoy Conservatorio Superior de Córdoba, con lo que a partir de entonces alternó sus actuaciones en Peñas Flamencas y Festivales de Verano con la enseñanza y las conferencias sobre el baile.
Manuel Heredia

Formó parte del Grupo Flamenco Los de Joaquín, acompañando a El Platero, Enriquillo, Juan Barcelona, Alfredo Aragón y Manolo El Poeta en las tres primeras ediciones del Festival Flamenco Joaquín el de la Paula, celebrados en la Plaza de armas del Castillo de Alcalá de Guadaíra en el mes d Agosto de los años 1967, 1971 y 1973.
Manuel Se buscó la vida cantando en fiestas, siempre en compañía de Manolito María o Manolo El Poeta de Alcalá.
Manuel Heredia participó en el año 1967 en el concurso de Mairena del Alcor, ganando el segundo grupo, en una edición en la que Fosforito, consiguió la Placa de Plata.
Luis Miguel González
Luis Miguel González, nació en Alcalá de Guadaíra el año 1975 y se inició con las Hermanas Villaú, tomando luego clases con Manolo Marín, Javier Barón, Manolete y El Güito, entrando en 1996 como primer suplente de la Compañía Andaluza de Danza, entidad que entonces estaba bajo la dirección de Juan Antonio Maesso.
Seis meses después Luis Miguel pasa a ser titular de la Compañía Andaluza de Danza, figurando en montajes como El Jaleo en 1997, ya bajo la dirección de María Pagés.
Cuando José Antonio se hizo cargo de la Compañía Andaluza de Danza, contó con Luis Miguel González tanto para La vida breve, una suite sobre la ópera de Manuel de Falla que se estrenó el 25 de noviembre de 1997 en el teatro Lara de Madrid, como figurando igualmente en otros montajes de la CAD, tal como Flamencos. Tientos-tangos, de Manolo Marín; Romeras de José Antonio; El Perro Andaluz. Bulerías, de María Pagés; Homenaje a Albéniz; Suite Iberia, de Manolo Marín; Latido Flamenco, de Manolete, o Casas de Payos, de Javier Latorre.
Siguió el estreno de Elegía. Homenaje a Antonio Ruiz Soler, de José Antonio, obra que fue estrenada el 23 de junio de 1999 en el XLVIII Festival Internacional de Música y Danza de Granada, en el que además comparte escenario con su paisano Javier Barón. En la segunda parte de este espectáculo se estrenaba también la obra Un ramito de violetas, con coreografía de Javier Barón, y en la que Luis Miguel participa en la soleá por bulerías, tantos-tanguillos, rondeña-verdial y los jaleos.
En el año 2000, poco después de que Javier Barón estrenara en la XI Bienal de Sevilla su obra Baile de hierro, baile de bronce, Luis Miguel González se incorpora a la compañía en este espectáculo, con el que llegó a ser repetidor hasta finales de 2001, en que dejó definitivamente la Compañía Andaluza de Danza y trabajó con Javier Barón en el Festival Don Quijote, en el Teatro Nacional de Chaillot de París.
Así hasta el año 2002, en que pasa a formar parte del elenco del Ballet Flamenco de Eva la Yerbabuena, con la que trabaja en tres obras, como son La voz del silencio, estrenada en la XII Bienal de Flamenco de Sevilla el día 3 de octubre de 2002 en el Teatro Central; A cuatro voces, que hizo lo propio el 18 de septiembre de 2004 con motivo de la XIII Bienal de Flamenco, que se estreno en el auditorio del castillo de Alcalá de Guadaíra el 16 de julio de 2005, y la obra Yerba-buena, la propuesta que la joven maestra de Granada inauguró, el 6 de octubre de 2005, el ciclo Conocer el Flamenco de la Fundación El Monte, en el que salió acompañada con los bailaores Luis Miguel González, Eduardo Guerrero y Mercedes de Córdoba.
Actualmente Luis Miguel continúa como primer bailaor de Eva La Yerbabuena, esperando dar el salto definitivo y montar su compañía propia.
Seis meses después Luis Miguel pasa a ser titular de la Compañía Andaluza de Danza, figurando en montajes como El Jaleo en 1997, ya bajo la dirección de María Pagés.
Cuando José Antonio se hizo cargo de la Compañía Andaluza de Danza, contó con Luis Miguel González tanto para La vida breve, una suite sobre la ópera de Manuel de Falla que se estrenó el 25 de noviembre de 1997 en el teatro Lara de Madrid, como figurando igualmente en otros montajes de la CAD, tal como Flamencos. Tientos-tangos, de Manolo Marín; Romeras de José Antonio; El Perro Andaluz. Bulerías, de María Pagés; Homenaje a Albéniz; Suite Iberia, de Manolo Marín; Latido Flamenco, de Manolete, o Casas de Payos, de Javier Latorre.
Siguió el estreno de Elegía. Homenaje a Antonio Ruiz Soler, de José Antonio, obra que fue estrenada el 23 de junio de 1999 en el XLVIII Festival Internacional de Música y Danza de Granada, en el que además comparte escenario con su paisano Javier Barón. En la segunda parte de este espectáculo se estrenaba también la obra Un ramito de violetas, con coreografía de Javier Barón, y en la que Luis Miguel participa en la soleá por bulerías, tantos-tanguillos, rondeña-verdial y los jaleos.
En el año 2000, poco después de que Javier Barón estrenara en la XI Bienal de Sevilla su obra Baile de hierro, baile de bronce, Luis Miguel González se incorpora a la compañía en este espectáculo, con el que llegó a ser repetidor hasta finales de 2001, en que dejó definitivamente la Compañía Andaluza de Danza y trabajó con Javier Barón en el Festival Don Quijote, en el Teatro Nacional de Chaillot de París.
Así hasta el año 2002, en que pasa a formar parte del elenco del Ballet Flamenco de Eva la Yerbabuena, con la que trabaja en tres obras, como son La voz del silencio, estrenada en la XII Bienal de Flamenco de Sevilla el día 3 de octubre de 2002 en el Teatro Central; A cuatro voces, que hizo lo propio el 18 de septiembre de 2004 con motivo de la XIII Bienal de Flamenco, que se estreno en el auditorio del castillo de Alcalá de Guadaíra el 16 de julio de 2005, y la obra Yerba-buena, la propuesta que la joven maestra de Granada inauguró, el 6 de octubre de 2005, el ciclo Conocer el Flamenco de la Fundación El Monte, en el que salió acompañada con los bailaores Luis Miguel González, Eduardo Guerrero y Mercedes de Córdoba.
Actualmente Luis Miguel continúa como primer bailaor de Eva La Yerbabuena, esperando dar el salto definitivo y montar su compañía propia.
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Luis Miguel González
Luis Piñonero

Luis es un gran aficionado al Flamenco teniendo una voz prodigiosa para todos los cantes, además destaca en su faceta de saetero. Es un cantaor que lo da todo interpretando sus cantes en todos los lugares que es solicitado.
Luis El Piñonero nunca fue profesional, pero participó con frecuencia en Fiestas privadas y Recitales Flamencos en Festivales y Peñas.
El Piñonero cuenta con el reconocimiento de los aficionados, sobre todo los de la Peña Soleá de Alcalá, que con su mediación figuró en el XXII Recital Flamenco Joaquín el de la Paula, compartiendo cartel con Aurora Vargas, Pansequito, Calixto Sánchez, Rancapino, El Pele y los Zambos de Jerez, acompañado por la guitarra de Niño Elías hizo los cantes por Soleá, Bulerías y Fandangos.
La Roezna
Esta excepcional cantaora nació y falleció en Alcalá de Guadaíra, quien además de ser familia, fue contemporánea de Joaquín el de la Paula, como así lo testimoniaba Joaquín haciendo mención de su persona en una letra por Soleá que inmortalizó y que Antonio Mairena cantaba con cierta frecuencia al acordarse de Alcalá.
Estaban en la Plazuela
La Roezna y Tío Frasco
y Paco el de la Malena
La Roezna cantaba la típica Soleá antigua; al golpe, más rítmica que la actual, pero con un sabor y una profundidad inenarrable. Se ignora si dominaba otros estilos, pero lo que si es seguro es que se especializó en el cante por Soleá, estilo alcalareño antonomasia, no en vano, Alcalá ha sido cuna de grandes soleaeros.
De ella, casi perdida en el recuerdo, se conocen muy pocas cosas, no existiendo ni tan siquiera una fotografía que nos pueda mostrar su físico, aunque según personas que la conocieron, se podía saber que era frágil y menuda, de corta estatura, tocada casi siempre con un pañuelo en la cabeza echado hacia atrás. Gracias a algunos familiares actuales, se han podido rescatar datos biográficos para la historia del Flamenco.
En principio se tienen noticias de que vivió en la alcalareña calle Rosario para, una vez viuda, marcharse a vivir como casi todos los gitanos de la época a las laderas del castillo de Alcalá.
Cuando se canta una Soleá de Alcalá, no se precisa si es de Joaquín o de Roezna, aunque no hay una marcada diferencia entre los dos estilos, pero para el conocedor de ambos, no le es difícil desligar uno de otro pues son dos estilos distintos entre sí, aunque son bastantes parecidos. Aún siendo rama del mismo tronco que Joaquín, al no tener descendientes cantaores, prácticamente su cante y su estilo se ha extinguido casi totalmente en el recuerdo.
El apelativo Roezna le viene por un elemento metálico utilizado en los Molinos que aún existen en Alcalá llamado roezno y que su padre al ser herrero, haría con la consabida maestría de los gitanos este componente de la molienda de los molinos, adquiriendo este mote, con lo cual a su hija le vendría de herencia.
Haciendo un poco de historia de esta genial y casi olvidada cantaora alcalareña, recordamos que su nombre era Dolores Tinoco Fernández, coincidiendo este segundo apellido con el mismo de Tío Frasco, Agustín El Gordo y Joaquín el de la Paula.
Se casó con José Jiménez Granado “Josele” y fruto de este matrimonio fueron cuatro hijos: Reyes, Pepa, Sebastián y Ramón, al cual y sin saber por qué, se le conocería eternamente con el nombre de Juan Barcelona.
En el tiempo de la Pela Animal, la Roezna hacía de cocinera de la cuadrilla de profesionales que hacían este trabajo en los Cortijos.
Una de las clásicas letras que ella hacía por Soleá y que el maestro Antonio Mairena recordaba a veces, decía así:
Que más quisiera este caño
Que el bajío de mi boca
Se rozara por sus labios
Juan José Hernández

Nació en Alcalá de Guadaíra en el año 1940, es hermano del también cantaor Antonio de Alcalá; su primer contrato lo consiguió a finales de los años cincuenta, en el que reparó en él y en Miguel Maya un promotor francés, que los contrató por un mes para hacer galas por su país.
Su trayectoria artística se desarrolla sobre todo en Madrid, donde formó parte de los cuadros flamencos de los mejores locales, como Los Canasteros, Las Brujas, El Corral de la Morería o la Venta del Gato, alternando este trabajo con giras por distintos países, hasta llegar a figurar en el Ballet Nacional de España, cuando en Septiembre de 1986 quedaba bajo la dirección de José Antonio.
Formó terna cantaora con Juan Cantero y Manuel Palacín en el Ballet Nacional, destacando en montajes como los Tarantos, estrenado el 27 de diciembre de 1986 en el madrileño Teatro de la Zarzuela, o en el Palacio de los Deportes de París, donde el 25 de enero de 1989 le cantó a Merche Esmeralda, que iba como artista invitada en el Ballet Nacional de España, siendo el 24 de abril de 1999 la última vez que actuó, concretamente en el III Festival de Jerez, donde le cantó a la Tati en el Teatro Villamarta.
Actualmente El Churra, como le llaman con cariño sus más allegados, se encuentra jubilado y viviendo en Alcalá de Guadaíra.
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Juan José Hernández
Juan Barcelona

Nació el día 24 de Septiembre de 1906, y como curiosidad anecdótica fue bautizado en Mairena del Alcor, donde por aquella época se encontraban sus padres pelando ganado.
Hay muchos aficionados que se preguntan porqué de la denominación de Barcelona; la respuesta real es la siguiente: Dicen que su madre al verle en el nacimiento exclamó: Ozú Josele, este niño es más grande que Barcelona. Apodo que se le quedaría eternamente y por el que fue sobradamente conocido.
Juan se casó con Josefa Núñez “La Pepilla”, gitana natural de Morón de la Frontera, hija del “Marquesito” y nieta del legendario Pinini. No tuvieron descendencia.
Juan Barcelona intervino en varias películas junto a artistas de gran renombre. Con Juanita Reina intervino en La Blanca Paloma y junto a Carmen Amaya hizo María de la O, donde además de la popular bailaora, intervinieron las no menos populares Pastora Imperio y María Amaya Fajardo “La Gazpacha”, famosa cantaora granadina, ganadora de uno de los premios en el célebre concurso de 1922; los exteriores de esta última película se rodaron en Alcalá de Guadaíra, -Hacienda Nueva y Santuario de la Ermita de la Virgen del Águila-.
Juan era muy pulcro y limpio en el vestir, alto y muy derecho, con su saber siempre estar, con una elegancia innata y dándole a cada uno su sitio. Por todas estas cualidades gozaba de una gran estima y admiración por donde le conocían.
Conjuntamente con una hija no natural de Joaquín el de la Paula, de nombre Mercedes y casada con un sobrino suyo, tiene grabado un cante por Tangos–Rumbas con la guitarra de Benítez el de Alcalá registrado por Caballero Bonald.
Juan Barcelona participó en varios recitales Flamencos acompañando a Platero de Alcalá, El Poeta y Alfredo Aragón como guitarrista. Trascendió fuera de nuestras fronteras, como fue en Portugal adonde se desplazó para trabajar con El Platero, Alfredo Aragón, El Poeta y la bailaora Isabel Vargas.
De él se cuenta varias anécdotas, de las que no se salvaron ni tan siquiera SSMM los Reyes de España, que en cierta ocasión que fueron agasajados en la caseta El Cortijo Oromana de la Feria de Sevilla con un cuadro Flamenco, ocurrió lo que sigue:
Al ir los artistas a ofrecer sus respetos a los Reyes y tocarle el turno a Juan Barcelona, se dirigió a Dª Sofía y le dijo textualmente: “Osú ¡qué reina más guapa, cojones! Es usted la reina más guapa de España, puñetas” provocando la sorpresa de ella y las risas de D. Juan Carlos.
Juan falleció el día 25 de Agosto de 1974, contando con sesenta y ocho años de edad.
Su amigo Francisco Vellecillos le recordó de esta forma:
No sabía cantar, no tocaba la guitarra, no era bailaor ni sabía hacer palmas. ¡Ah!, pero Juan Barcelona, omnipresente en todo el quehacer flamenco de su tierra, dueño y señor de la más alta prosapia del dificilísimo saber estar, estampa y blasón de la mejor gitanería, suma de bondad al servicio de la amistad y acaso uno de los últimos faraones de nuestra gitanería andaluza, no puede omitirse en ninguna referencia, vulgar o erudita que sea, del Alcalá que tanto amó. Si fuéramos poetas, ya habríamos escrito la oda a Juan Barcelona, cuyo espíritu vaga por las esquinas de su pueblo, en los alrededores de la Venta Platilla, por el arco que en la subida al Castillo daba acceso al camino de Joaquín el de la Paula.
La camisa rizada e impoluta, el traje ajustado y pulcro, el “estuche” llevado con la solemnidad de una corona imperial, la imagen de Juan Barcelona ha quedado eternamente vinculada a esta tierra tan querida y tan significante en la definida geografía del cante de los gitanos andaluces.
El Poeta alcalareño Manuel Álvarez López le dedicó este romance:
Barcelona es un gitano
de tan clara inteligencia,
que sin ser artista en nada,
es siempre el rey de la juerga.
Juan Tinoco, “Barcelona”,
sesenta y dos primaveras,
sin darle un disgusto al cuerpo,
si acaso mover la diestra
para empuñar la cuchara
o escanciar unas botellas,
que en estos dos menesteres,
Juan no admite competencia.
Así desde que nació
y hasta que de viejo muera,
porque según sus principios
transmitidos por herencia,
los gitanos que son puros,
la aristocracia, la crema,
los que descienden de reyes
por su línea más directa
no pueden manchar sus manos
con tan mezquina experiencia,
que el trabajo no es un don,
es una triste condena.
¿Qué diría Ramsés Tercero,
si a sus descendientes viera
con un pico y una pala,
o cualquier otra herramienta?
¡Primero muerto que hacer
a un Faraón tal ofensa!
por eso en Juan Barcelona
gitano de pura esencia,
el tiempo se ha detenido,
se ha clavado en los cuarenta
y no hay quien diga que Juan
ha doblado ya los treinta.
Alto, arrogante y apuesto,
con exquisitas maneras,
fino y pulcro en el vestir,
oliendo a colonia añeja,
no en balde se jacta Juan
de tener por compañera
a una mujer, que primero
se hunde el cielo y la tierra,
que su Juan salga a la calle
con manchas en la pechera;
y eso que Juan en amores
ha sido un sultán de Persia,
pero a la buena Pepilla
los celos no la atormentan,
sabe que Juan a la postre
será sólo para ella.
Porque un gitano cabal
cumple siempre sus promesas
y Juan es serio en sus cosas,
es hombre de ideas concretas.
Por eso y por su saber estar
no se organiza una fiesta
sin que Juan esté presente,
él, siempre se las arregla
para erigirse en maestro
de todos los que intervengan.
Y para justificarse
si algún gracioso protesta
se yergue como un ciprés,
estira sus largas piernas,
alza sus brazos al cielo,
se da sus dos o tres vueltas
y unos cuantos zapatazos
que hasta los cimientos tiemblan.
Después, sentado en la silla,
sus grandes manos abiertas,
los ojos desencajados
y entre sus raras morisquetas,
allá van cuatro “jipíos”
con voz cavernosa y hueca,
pero eso sí, a compás,
que por algo La Roezna
fue la que lo trajo al mundo
aunque en nada se parezca
a la que por soleares
fue consumada maestra.
Pero Juan se cree artista
y quién a Juan se lo niega,
si es pura amabilidad
si por nada se molesta
él dice a todos que sí,
tengan razón o no tengan;
siempre a flor de sus labios,
un halago, una promesa
que Juan sabe por su gloria,
que al final lo que interesa
es tener contento al payo
que ha de aflojar la cartera.
Juan Tinoco Barcelona,
un gitano de leyenda.
Hermanas Villaú

Estas dos hermanas que son profesoras tituladas por el Conservatorio de Música y Danza de Sevilla, primero con su profesor Manolo Marín, que las formó durante doce años y luego con Ana María Bueno, han estado siempre juntas.
Ambas pusieron en escena la obra Hermano, dame la mano, en el Teatro Gutiérrez de Alba de Alcalá de Guadaíra en junio de 1988, y que contó con la presentación de Alfonso de Miguel, de Radio Triana, además del cante de Miguel Ortega, Silvia, El Quincalla, El Torito y El Kuto, así como las guitarras de Niño Elías y Juan Manuel Flores.
En el mes de julio de 1989, disputaron la final del Concurso Nacional de Benidorm, en el certamen organizado por el programa de televisión Nueva Gente, a Sara Baras, ya que, de entre cerca de un centenar de participantes, María del Mar quedó en tercera posición y Paqui ocupó el séptimo lugar. Ese mismo año, participaron en el Festival de Carmona y en cuantos certámenes reclaman su presencia.
Más tarde, reciben enseñanzas de Manolo Marín, Matilde Coral, Mario Maya, El Güito y La Toná, y después de cosechar premios en Estepona, San Pedro de Alcántara o Las Cabezas de San Juan, impartir cursos en Nimes (Francia) y llevar ocho años dando clases en su academia de Alcalá de Guadaíra, anuncian la presentación del Ballet Alguadaíra en el Salón Gutiérrez de Alba con la puesta en escena de Ensueño, una obra basada en el sueño de un niño pobre que sueña con artistas ya desaparecidos.
En ese estreno, aparecen como primeros bailarines Luis Miguel González y Jesús Aurelio, hoy Jesús Aguilera, que juntos al joven David Pérez, muestran el futuro más inmediato del baile en Alcalá de Guadaíra.
Las Hermanas Villaú presentan la obra Ensueño el 30 de octubre de 1993 en el Teatro Enrique de la Cuadra, de Utrera y el 5 de julio de 2003 participan en el XXV Festival Flamenco Joaquín el de la Paula en el Castillo de Alcalá de Guadaíra.
También consiguieron el primer Premio de Flamenco en el Concurso de Grupos Flamencos en Villamartín (Cádiz) en el que les acompañaban en los cantes Niño del Mauro, Juan Lérida y Segundo Falcón con las guitarras de Niño Elías y Juan Manuel Flores.
Enriquillo

El Enriquillo, como así fue llamado, aunque fue un personaje de poco carácter, convenció a muchos de que su cante era la verdad, con pocas facultades, pero conservando la inmortalidad de unos estilos aprendidos del clan familiar.
Su modo de entender el cante legado, era de una autenticidad incontestable, y su perfil de hombre resignado a la vida que le tocó vivir.
Hay que reseñar que Enrique actuó en el I Festival Flamenco Joaquín el de la Paula en el año 1967, figurando en el Grupo Flamenco Los de Joaquín, y que en los años 1970 quedó registrada su voz en la serie de TVE Rito y Geografía del Cante, para después recibir el reconocimiento de los suyos gracias a Manuel Mairena, que lo sacó al escenario en la cuarta edición del Festival en el año 1976, dejando a los presentes perplejos por su ejecución en los cantes y convenciendo a todos de lo que atesoraba.
Cantó Enrique e hizo la Soleá de su padre con voz apagada, pero con la hondura de la Soleá de Alcalá, siendo una de las más puras y la que ofrece mayor dificultad en su ejecución.
Cuando conoció su fallecimiento, Antonio Mairena escribió el siguiente panegírico:
Joaquín el de la Paula murió en su trono de miseria, pero el genio de la Soleá tuvo como trono la gloria del Castillo alcalareño, y allí subieron las tres Marías vestidas de negro luto, luto que no se quitaron hasta que hace pocos días se llevaron el último suspiro de ese cante gitano, suspiro que retenía su hijo Enrique Fernández y que ha muerto diciéndole adiós a las almenas árabes del castillo, pero bajando por el que hoy se llama, para gloria de los gitanos de toda Andalucía, Camino de Joaquín el de la Paula, en el que Antonio Mairena solo puso una lágrima.

Ha salido dos veces de España para actuar una vez a Portugal, formando parte de la compañía con El Platero, Juan Barcelona, el guitarrista Alfredo Aragón y la bailaora Isabel Vargas. La segunda vez fue mucho más lejos, nada menos que a Nueva York, viaje este patrocinado por la Cámara de Comercio del Gremio de Aceituneros. En este viaje le acompañaban Angelita Vargas, Carmen Albéniz, Aurora Vargas y La Loreto como bailaoras. Como cantaores iban Manuel Mairena y Manolo Limón y guitarristas José Cala El Poeta y Samy Martín.
Ha actuado en infinidad de recitales, festivales y con todo aquel que le requería para obtener su colaboración.
Se le conocía por El Poeta porque hacía sus propias poesías o recitar a compás de Bulerías poemas y romances de otros, pues componer y recitar era su arte.
El Poeta falleció en Alcalá de Guadaíra en el año 1993.
Picoro de Alcalá

Nación en Puebla de Cazalla el día 10 de Abril de 1920 y cuando contaba con solo dos años de edad su familia se traslada a Alcalá de Guadaíra, lugar de donde ya no se movería más.
Contando con diez años ya hacía sus cantes en la célebre Venta de Platilla, donde en más de una ocasión había escuchado los cante de Joaquín el de la Paula y a los grandes maestros de la época.
En los primeros meses del año 1936 se enrola en la compañía de Manuel Vallejo, actuando en Badajoz, Cáceres y Salamanca. Posteriormente actuó en el Olimpia de Sevilla junto a Manolo Fregenal y al Carbonerillo.
Vivió en los buenos tiempos de la Alameda de Sevilla en sus Colmaos y Tabernas sitios que tantas veces frecuentara.
Como todo buen aficionado, dominaba una larga serie de cantes, como son la Seguiriya, Soleá, Bulerías, Alegrías y Taranto, estilo este donde más a gusto se sentía.
A la misma vez que la Alameda, José también frecuentaba con cierta asiduidad la Triana antigua, donde había cantado en fiestas donde se encontraban Gitanillo de Triana y Cagancho, gloria ambos del más puro toreo, así como enraizados con las representativas familias más cantaoras de la Cava de los Gitanos.
José falleció en Alcalá de Guadaíra en el año 1994.
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Picoro de Alcalá
Carmen Segura

Comienza sus estudios de Flamenco a los 8 años. Se forma con maestros como Pepe Ríos, Farruco, Manolo Marín, El Mimbre o Manuela Carrasco.
Con Matilde Coral amplía su formación académica a través de los estudios de Danza Española.
Con sólo 12 años entra a formar parte del Cuadro Flamenco de Farruco.
Como primera bailaora de El Mimbre ha pisado los más importantes Festivales Flamencos (Moguer, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Ronda, Cantillana, Mont-de-Marsan, etc.), compartiendo escenario junto a figuras de la talla de Carmen Linares, José Mercé, Aurora Vargas, etc.
Ha participado en numerosos Programas y Documentales Flamencos Televisivos, como “Cavilaciones” (Dirigido por Pilar Távora), “Noche Flamenca” de “Canal Sur Televisión”.
Ha recorrido medio mundo con su arte: Japón, Hungría, Holanda, Polonia, Alemania, Francia, Duba, Etc. Países, algunos de ellos, donde realiza cada año cursos intensivos de coreografía y técnica del Baile Flamenco.
Profesora en escuelas como “Taller Flamenco”, “Flamenco-Sevilla” o Conservatorio profesional de Danza de Cádiz.
Actualmente, desde hace dos años, desarrolla una importante labor docente como especialista de Baile Flamenco en el Conservatorio Profesional de Danza de Sevilla.
Antonio Cantalapava

Antonio, fue un extraordinario aficionado al Flamenco y poeta autodidacta, fue un fiel conservador de la tradición saetera alcalareña, género que dominaba en sus formas Flamenca y la popular, a las que aportó numerosas letras.
Cantalapava, además editó un libro de poesías titulado Mensajero del Pueblo, demostrando su enorme sensibilidad y sencillez.
Antonio nunca fue profesional, pero fue un trabajador incansable en pro del Flamenco, aportando sus conocimientos para enseñanza de los demás. Trabajó incansablemente en su Peña Flamenca Soleá de Alcalá, de la que fue directivo hasta su muerte, participando además en recitales Flamencos en Festivales y Peñas, llevando el nombre de Alcalá y su Peña por todos los lugares donde era requerido.
En el mes de Julio del año 1997, recibió una placa de reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra en el transcurso del XIX Festival Flamenco Joaquín el de la Paula.
También fue reconocido en Abril del año 2000, donde recibió un homenaje organizado por la Peña Soleá de Alcalá durante el acto de la exaltación de la Saeta.
Antonio Cantalapava falleció en el verano del año 2003.
Manolito María, quejío,
duende, misterio,
fantasía…
que más se puede pedir
a un brujo del cante
imposible describir,
que ni la ciencia lo sabe
porque este arte es así.
Cómo se explica tu cante
se explica tu poderío,
te lo has llevado en el alma
y contigo se ha dormido.
Imposible de explicar
los fenómenos que salen
que se llevan en el alma
la que ya nadie más hace.
Hoy tu arte se pregona
junto al nombre de los grandes
pero con gran diferencia
que es muy digna d admirarse.
¡Alcalá!
Joaquín o Manolito ¡qué más da!
monstruos de la naturaleza
cantando por Soleá
que salen de tarde en tarde.
El misterio de la sillita
y siéntate enfrente
y el llanto que tú le haces
a las piedras hacen llorar
has vuelto loco al Flamenco
“pa” aprender tu Soleá.
Antonio Cantalapava
duende, misterio,
fantasía…
que más se puede pedir
a un brujo del cante
imposible describir,
que ni la ciencia lo sabe
porque este arte es así.
Cómo se explica tu cante
se explica tu poderío,
te lo has llevado en el alma
y contigo se ha dormido.
Imposible de explicar
los fenómenos que salen
que se llevan en el alma
la que ya nadie más hace.
Hoy tu arte se pregona
junto al nombre de los grandes
pero con gran diferencia
que es muy digna d admirarse.
¡Alcalá!
Joaquín o Manolito ¡qué más da!
monstruos de la naturaleza
cantando por Soleá
que salen de tarde en tarde.
El misterio de la sillita
y siéntate enfrente
y el llanto que tú le haces
a las piedras hacen llorar
has vuelto loco al Flamenco
“pa” aprender tu Soleá.
Antonio Cantalapava
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sábado, 14 de noviembre de 2009
viernes, 13 de noviembre de 2009
martes, 10 de noviembre de 2009
Alfredo Aragón

Alfredo Aragón fue un músico nato y autodidacta de la guitarra, asiduo acompañante de Manolito el de María y que, durante años puso la música al Grupo Flamenco Los de Joaquín.
Alfredo era un alcalareño que alternó con los artistas locales de su tiempo y que destacó por su gran afición, como puso de manifiesto en la coordinación del Grupo Los de Joaquín, en el que figuró en las tres primeras ediciones del Festival Flamenco Joaquín el de la Paula, años 1967, 1971 y 1973.
Aparte de aficionado al Cante Flamenco, alternaba sus apariciones Flamencas con su participación como integrante de la Banda de Música Municipal de Alcalá de Guadaíra.
Formó parte además, de las comparsas y murgas que salían en los antiguos Carnavales que se celebraban en Alcalá de Guadaíra.
Alfredo Aragón, regentaba un estanco en la céntrica calle La Mina, hoy Ntra. Sra. del Águila. Actualmente es su hija Carmen la que sigue con el negocio familiar; dos de sus nietos han continuado con la tradición musical, ya que ambos son integrantes de la Banda Municipal de Música de Alcalá.
Alfredo falleció el día 20 de Septiembre de 1976 cuando tan sólo contaba con 56 años de edad.
sábado, 7 de noviembre de 2009
viernes, 6 de noviembre de 2009
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